viernes, 14 de octubre de 2011

MANI CON CHOCOLATE 2 de Ana María Bovo




Para los que no pudimos ver la primera parte, esta obra se nos presenta sin problemas. 

Se trata de una narración bien tejida, perfectamente hilvanada, que nos transporta al mundo de cine, a recrear en nuestras cabezas aquellos clásicos del cine europeo y norteamericano. Clásicos, no por estar todavía en boga, sino por poseer en sus relatos elementos que, a pesar de los años, permanecen vivos en el común de la gente.

Ana María Bovo es una excelente narradora oral y dramaturga argentina, originaria de San Francisco, Córdoba. Y un poco de su historia personal asoma a través del relato del encargado de la caldera en una vieja fábrica de pastas. La dueña, la señora que vive en el palacete contiguo, necesita de sus relatos, más bien de que él le cuente las películas que vio en cine, ya que ella esta imposibilitada de hacerlo. 

El calderero repasa películas de grandes directores y, a su vez, grandes historias del cine. Hasta valdría la pena tomar nota de la mayoría de ellas y volver a casa para verlas o alquilarlas. Incluso, esta obra bastante emotiva nos podría proponer un catalogo con recorrido especifico y altamente recomendable. 

Así pues, la obra de Bovo se disfruta de comienzo a fin, se sigue con facilidad y devoción, y se acompaña a la actriz por todo el recorrido como si el espectador fuera testigo de aquellas historias y amores de la gran pantalla. Historias que se mezclan, como mencioné antes, tanto con la historia personal de la intérprete como con los sentimientos propios de cada uno. 

Es para aplaudir de pie y, por qué no, pedir tal vez  algún día la reposición de la primera. 

Se la puede ver en el Centro Cultural de la Cooperación los viernes y sábados por la noche. Les dejo los links mas abajo para mas información.


Centro Cultural de la Cooperación


Página oficial en Facebook de Ana María Bovo

domingo, 9 de octubre de 2011

AUSENTE de Marco Berger

Ultimamente, el cine en general actualiza la larga discusion sobre cuales peliculas son avidas para contar una historia gay y cuales quedan fuera de esa categoria. En realidad, es una cuestion no muy facil de discernir y opinable desde multiples puntos de vista.
Aqui el espectador puede ubicarse, desde el simple sentido comun, tanto en una charla de cafe sobre ese tema como ante la pregunta de si estamos o no frente a una obra de arte.
Es ambigua la discucion, pero rica al fin, porque siempre añade. Todo suma.
Mas alla del tema que plantea la historia, sobre el deseo de un estudiante hacia su profesor de natacion, Ausente se presta facilmente a cuestionar su ubicacion en el Cine y lo hace saber desde sus primeras escenas. La presentacion del personaje del adolescente es dalinesca, un poco surrealista, y al mismo tiempo graciosa. Puede notarse una saturacion del color particular que pone alerta.
Sin embargo, los tiempos son secos, marcados, hasta como medidos por un cronometro. Esto podria ser un punto a favor, pero a mi gusto le juega en contra. Pareciera que los personajes estan esperando que el otro termine de hablar para no pisarse. Hay baches, que son evitables para poder generar ritmo al film.
Tiene, en cuanto a la historia, algunas falencias, como cuando el profesor no lo acompañe a la puerta de la casa para verificar que la familia esta fuera y que, por eso, el chico no tiene donde quedarse. Para no dejarlo solo lo lleva a su casa.
Nada pasa. Pero el deseo esta. Habra que ver quien da el primer paso.
Por otro lado, hay un quiebre a la mitad. Inesperado. Tal vez es un giro que el director quiso dar sin saber que podria darle un final a la pelicula de otra manera. Es aqui que es cuestionable la direccion. Mientras que en su anterior pelicula, Plan B, le dio un final acorde, en Ausente es esta desplazado y, justamente, ausente.
De todas maneras, es una pelicula que vale la pena ver, y es bienvenida la manera que el Cine Argentino toca estos temas.
Aqui abajo el trailer.