viernes, 14 de marzo de 2014

Entre Tipos, 2da. Temporada - de Mario Marino y Francisco Ortiz



Entre Tipos estreno su segunda temporada de Dinastía hace unas semanas. En esta oportunidad en el Teatro Liberarte.
Entre Tipos vienen realizando una especie de saga teatral con distintos formatos, como la sitcom, el vaudeville y, hasta ahora, la comedia dramática.
Cada parte explora la problemática de un personaje (son cuatro protagonistas) y las situaciones  se van dando en cada momento de sus vidas con un dejo de línea temporal que conecta un capitulo con el otro.
El tercer capítulo, re-estrenado actualmente, se propone como comedia dramática oscura, en donde el acento esta en Federico, quien organiza el servicio fúnebre de su madre y aprovecha la situación para reencontrarse con amigos y, principalmente con su ex, Juan.
Los actores son los mismos del año pasado, con un clima mas distendido. Actualmente se los nota mas comodos con cada personaje. La disposición de la sala es mas acotada que la del año pasado, lo que implica menores movimientos y mas calculados.
Sostengo, como había expresado el año pasado, que algunos gags humorísticos son muy específicos a cierto ambiente. Sin embargo, en definitiva funcionan.
Esperemos ansiosos la cuarta parte.



miércoles, 5 de marzo de 2014

MASH UP, MEZCLA UNO de Leo Kreimer



Sin duda, uno de los mejores espectáculos que se pueden disfrutar en Buenos Aires por estos días. Mash up es el nuevo concepto de mezcla y vale todo, nacido de la música hace muchos años, donde dos o más composiciones se entrelazan y resultan en un tema nuevo.
Si bien este género musical nació en la ilegalidad, con el correr de los años se fue formalizando y hoy es uno más dentro del espectro de explotación del mercado.
“Mash up, mezcla uno” es una especie de hibrido donde el rock, la acrobacia, el teatro, el video y el público se confunden en una sola pieza de múltiple teatralidad.   Aquí el pop bastardo no se da solo en la música, está en todo. Y el Galpón de Guevara ofrece sus instalaciones de manera perfecta para la ocasión. No es un teatro como cualquiera, entras y hay una barra, asientos relajados, mesa de ping pong, buena música. Cuando la cortina se corre, se da paso a la banda de rock o el músico de turno. Luego comienza la acción. Aunque el mash up haya comenzado desde que el espectador dio un paso hacia adentro.
Entonces, la historia de un hombre que mira televisión se ve tergiversada por la multiplicidad de mediaciones que ese medio arrastra y produce, al mismo tiempo. En la fantasía, en los sueños o donde el espectador quiera imaginar, ese hombre se ve vapuleado por su contexto y llevado a los extremos, hasta ser desmembrado, con la ayuda de un poco de teatro negro.
Esta obra, por así decirlo, (o instalación, si se quiere) rompe los límites de la teatralidad, siguiendo un poco la línea de Fuerza Bruta y, su madre, La Fura dels Baus. Es para disfrutar en compañía de amigos y para compartir un antes y un después. 



lunes, 3 de marzo de 2014

LA IDEA FIJA de Pablo Rotemberg




Hay cuerpos, dispositivos de poder, terreno del amor, elementos de la danza, utilitarios de las vanidades, víctimas de la luz y la oscuridad, manipulaciones del movimiento.
Cuerpos: tácitos, nocturnos, musculosos, marcados por los contornos, faltos de aire, ejercitados por el vicio, vapuleados por el tiempo que los ejerce, los torsiona, los envejece.
La idea fija propone ver al cuerpo en constante movimiento, con sus infinitas posibilidades de formas y movimientos, giros y combinaciones. Permite imaginarnos sus relaciones de poder, sus interacciones con otros cuerpos, iguales o disimiles, y da lugar al sexo, elemento que rige la vida desde sus comienzos, pero que fue y es tan desplazado de plano para ser convertido en tabú y pecado.
Aquí el tabú no existe, ni el pecado. Todo lo contrario. El placer se levanta en armas y se adueña de las manos y de los cuerpos de los actores. Estos son utilizados por él para develar la poción mágica de la libido y la obsesión. Pero como dije antes, el poder por sobre todo.
Hay closets. Estas en el closet, salís del closet, entras, te adueñas de él. No entras al closet, sos libre, entonces… estas por fuera del poder?
Sin embargo, hay límites. La piel de cada uno es un límite, el desnudo es el límite. Después de toda la ropa no hay nada más para sacar de esos cuerpos agiles, erguidos, en posición de ofrenda hacia el publico sobre el final, porque ya no hay nada más que mostrar.
Me pareció muy destacable la actuación y resistencia de todos los actores bailarines, principalmente Alfonso Barón, quien desde principio a fin posee un manejo de su cuerpo, desde la proporción del movimiento hasta el grado de versatilidad con la que lo maneja.
Les ofrezco una crítica diferente porque esta obra es diferente. Imperdible.